viernes, 12 de junio de 2015

LEVIATÁN

Me alegra haberme encontrado por fin con una película del director Andrei Zvyagintsev (¡toma!, sin usar el copy and paste). Y me alegra porque a juzgar por "Leviatán", no sé "El regreso", no tiene nada de "nuevo Tarkovski", que es como lo habían vendido, haciendo gala de esa habitual nivelón intelectual , "como los dos son rusos...". Y no es porque ser el genial Tarkovski sea malo, pero eso de ser "el nuevo...tal..." pues cansa, que para eso ya me voy al original.

"Leviatan" es un western moderno, ambientado en el bellísimo paisaje de las costas del mar de Barents. Un western moderno a la manera de "Un lugar en el mundo", con pareja local, hijo, villano corrupto, antagonista procedente de la "civilización", pero todo pasado por el tamiz de unos sentimientos mucho más agrestes y una desesperación existencial y cruda crítica social. El film apunta a la Rusia de Putin, lo que allí ha sentado fatal (quien me ataca a mí ataca a Rusia, señalan los estamentos culturales), pero de la misma manera que ese perverso silogismo lo usan los estamentos culturales de todo el mundo, todo lo que pasa en el film es extrapolable a todo el mundo, o a ver dónde puede presentarse usted con una denuncia al alcalde y ser recibido con abrazos y besos.

"Leviatán" funciona muy bien como lo que es, para durar 140 minutos es terroríficamente entretenida, no se anda con falsas profundidades ni nubes de humo filosóficas, todo su calado emana del dinamismo y lírica de la propia narración. Invita claramente a visitar la obra anterior del director.










1 comentario:

  1. En efecto, encuentro que es un relato universal, en cuyo fondo palpitan cuestiones kafkianas como la lucha imposible del individuo contra el poder omnímodo que le oprime de forma irracional. Una película destacable, que acompaña un drama crudo con cierta pátina de humor solapado bastante negro y cruel.
    Aquello de le herencia de Tarkovski se lo achacaron sobre todo por El regreso y The Banishment, sus dos primeras obras, imagino que (aparte de por la nacionalidad) por ese toque trascendente y abstracto el cual, en el primer caso, a mí me resultó demasiado frío y finalmente forzado. A partir de Elena parece que da un giro más social y terrenal, que continúa con ésta.

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