miércoles, 4 de julio de 2012

LOLITA

Un brutal 22,8% de las consultas que recibe este blog están dirigidas a las entradas que comentan las películas de Stanley Kubrick , de las cuales un 17,45% las recibe "La naranja mecánica". Incomparable a lo que reciben tags de idéntica frecuencia (Oliveira, Chabrol, Sang Soo...), y absolutamente inexplicable, pues ni Kubrick ha sido nunca una de mis referencias máximas, ni considero que las entradas ofrezcan comentarios o imágenes que no puedan encontrarse en muchas otras páginas.

Preguntándome con sorna qué voy a hacer cuando se me acaben las películas de Kubrick del pack Warner, seis meses después reanudo los visionados con "Lolita".

Ríos de tinta corrieron con la inadecuada edad de Sue Lyon , que parece arruinar la película por el énfasis que se pone cuando se habla de ello, y aunque la obra de Kubrick tiene méritos más que suficientes por si misma, a mi me revela su acierto haber visto lo que podría haber sido y no es.

Ese remake, o nueva versión como dicen los puros de corazón,  lleno de relamido y forzado sufrimiento (quién si no Jeremy Irons para encarnarlo), esa complacencia en la presencia de una niña de doce años ajustada a la edad original del relato, que ha de ofrecer un supuesto erotismo...no me sale el adjetivo. Una película que pasaba de adoptar el punto de vista de Humbert Humbert a ser dirigida por el propio Humbert Humbert.

"Lolita" de Kubrick, sin enloquecerme, tiene un punto de vista que me parece mucho más divertido e inteligente, preciso, exacto, acertadísimo. No se trata de que haya necesidad de condenar a Humbert por su pasión, no venimos a recibir sermones obvios ni los exigimos ,se trata de sustituir la babosería y cursilería  ridícula mezclada indigestamente con un erotismo... hortera, ¡ya me salió!...por una elegantísima ironía, doble lenguaje y por la presencia inequívoca de un erotismo tan lúdico, rotundo como demoledoramente fino y "sucio" al tiempo.

Humbert, un antológico e insuperable James Mason, pierde la cabeza por una joven con edad universitaria que quizás no sea, o no haya podido ser la niña de la novela, pero su patetismo y su autodestrucción pueden ser los mismos. Precisamente de haber sido una niña de doce años casi no habría que haber tocado ni una sola coma del afiladísimo guión de Nabokov, la esencia seguiría siendo la misma.

Humbert no es un hombre bobalicón como el Edward G.Robinson de "Perversidad" ni es un sátiro abominable. Su decadencia, obsesión y perdición es puramente carnal, sin disfraz de cursilería. El reto habría sido seguir transmitiendo lo mismo si se quería ser fiel al original con una actriz infantil, sin que la polémica eclipse el trabajo ferozmente cuidado de Nabokov en el guión, Kubrick y Mason. De haberse conseguido, cosa de la que no tengo tampoco absoluta seguridad, a mi también me habría valido como ahora me vale. No será la edad de Sue Lyon la  que determine la valoración de 147 minutos de película.








9 comentarios:

  1. Un gran película!!
    Y aunque en su día fuera escandaloso, la elección de Sue Lyon ha sido muy acertada.
    Realmente me es difícil entender cómo el personaje de James Mason queda tan enganchado a Lolita... porque no es algo pasajero, es algo profundo.
    Una de las mejores de Kubrick.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Ahora que la cinefilia caníbal parece haberse puesto de acuerdo en minusvalorar a Kubrick, está muy bien que alguien que respeta pero no admira hasta el exceso al genial director como tú publique comentarios como los tuyos.

    La verdad es que nunca me ha preocupado si su Lolita debería haber tenido 12 años o no: lo que me interesa es la historia de autodestrucción y ese patetismo tan feroz como humano que exhibe Mason (la secuencia en que él se echa a llorar hacia el final ante la impasividad de Lolita resulta demoledora).

    Al margen de Kubrick y de "Lolita", preguntaría a los cinéfilos caníbales si ni siquiera reconocen que un director como Kubrick, capaz de interesar a pesar de frialdad (que yo alabo) a espectadores de toda condición, apostara por una mirada distinta, polémica, radical y a la vez respetuosa. Hay cosas que no entiendo, la verdad...

    Saludos,
    Rafa.

    ResponderEliminar
  3. Sin ser un gran admirador de Kubrick, ni tampoco de la versión que rodó de "Lolita", desde luego, es infinitamente mejor que la tontuna que se hizo después con el "relamido" Jeremy Irons. Un actor, por cierto, que encandila a las señoras. Creo que menos a las lolitas...

    Salucines

    ResponderEliminar
  4. A mí no me gusta la novela de Nabokov y no me parece un material muy apropiado para Kubrick, pero me parece de todas formas una de sus buenas películas, extrañamente impersonal y atemperada, aseada hasta la profesionalidad más aséptica, que es lo que nunca fue este cineasta, como "The stranger" de Welles (que no es de las que me gustan suyas).
    El caso de Sue Lyon es paradójico porque nadie hizo conjeturas sobre su edad, inclinaciones, sumisión o iniciativa sobre su papel en "7 women" de Ford y era bastante más delicado que este, que depende totalmente del efecto que causa en Mason.
    En todo caso, ella fue la mayor perjudicada. No tardó ni diez años en pasar de Kubrick, Huston y Ford a Eloy de la Iglesia.

    ResponderEliminar
  5. ¡Ah,"Una gota de sangre para morir amando"!, aquella versión macarra y hortera de Eloy de la Iglesia a propósito de "La naranja mecánica". Tenía (y tiene) su gracia :-) Curioso que once años después de su "Lolita" interviniera en una película homenaje/parodia al director que la hizo famosa. Paradojas.

    Saludos,
    Rafa.

    ResponderEliminar
  6. Y una vez más se pone de manifiesto la capacidad de Kubrick de crear imágenes icónicas o perdurables. Es esta una película que cuando enumero películas de Kubrick se me olvida constantemente, quizá por ese matiz "impersonal" que dice Jesús. La versión moderna no la he visto, pero no me estáis dando muchas ganas de verla.

    ResponderEliminar
  7. Es de Adrian Lyne... tú mismo.
    Al menos una vez sacó a Cherie Currie en un film, para algo ha servido su paso por este mundo.

    ResponderEliminar
  8. Me gusta la novela de Nabokov, tiene una estética única, está lleno de ideas y a todas luces es un trabajo muy complejo e intelectual, muchos se sorprenderán al coger la novela, no es algo tan obvio ni sucio, creo que es lo mejor para dejarse llevar por pasiones prohibidas noveladas, porque a fin de cuentas por más que lo disfraces lleva eso implícito -un toque al límite de lo deseable- si bien sobrevive un erotismo, una percepción idílica, platónica, que demuestra más un quehacer literario, Nabokov era un peso pesado de las letras, un maestro, no es de mis favoritos porque no conecta con mi lado más humano, más visceral, más pedestre que es el indefectible y el que nos gobierna aunque duela a veces ensalzarlo por encima de ese lado controlado y reflexivo que nos atribuimos siempre. Lo de Kubrick te felicito, en mi bitácora lo que más atrae es la pintura, he criticado algunas y es como chocolate, pero soy algo rebelde y pongo solo cuando me provoca. la de jeremy irons me parece muy olvidable, la dce kubrick ya la veo, es un excelente cineasta, me encanta su trabajo en cintas comerciales como el resplandor, no lo veo como alguien elaborado mentalmente -el tipo oscuro que se pega de sabio- sino más propio de un artesano del cine, es inteligente pero accesible, quizás una mente realmente brillante, más verdadera. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Jajaja, bueno, Rafa, el alcance de estos textos que escribo está destinado a la posible pequeña tertulia+ dosis muuuuuy notable de autocomplacencia mía. No influirá en la recolocación de Kubrick, como tampoco influirán esos juicios de los que hablas. Somos todos demasiado insignificantes, yo más que ninguno, para aupar y hacer caer celebridades. Ojalá se propague como la pólvora la historia del cine alternativa, pero juzgo misión imposible llegar a hacer creer a nadie que toda la historia oficial es un completo error. No te preocupes ;-)

    ResponderEliminar